Aquí dejo para su lectura la publicación de Diego González Gerente General de Defontana quien en su columna nos muestra los pronto retos que deberan cruzar las Pymes con la convergencia a IFRS para las pequeñas y medianas empresas.
La incorporación de las nuevas IFRS (Normas Internacionales de Información Financiera), comenzará a regir de manera obligatoria a partir del 2013. Esto, claramente, conlleva importantes beneficios y desafíos para las pequeñas y medianas empresas.
Las NIIF son estándares contables de aplicación mundial, orientadas a uniformar las prácticas contables entre distintos países. En forma puntual, establecen los requisitos de reconocimiento, medición, presentación e información a revelar que se refieren a las transacciones y sucesos económicos que son importantes en los estados financieros.
Con la obligatoriedad de aplicar estas normas, las pequeñas y medianas empresas van a poder interactuar al mismo nivel que lo hacen las grandes compañías, de manera transparente y segura. En ese sentido, podría decirse que para ellas será una revolución contable, pues cambiará la forma de hacer las cosas. Por lo mismo, es urgente que las pequeñas y medianas empresas se capaciten adecuadamente y cuenten con las herramientas necesarias para implementar estas normas.
Sin duda, el mercado ofrece diversas soluciones para dicho segmento empresarial. Sin embargo, es importante que al optar por una de ellas se elija una con experiencia y respaldo, capaz de permitir seguir manejando la contabilidad con el tradicional sistema de PCGA (Principios Contables Globalmente Aceptados) y, de manera paralela, incorporar las nuevas IFRS. Esto, porque el SII no se cambiará a las normas IFRS, por lo que existirán bastantes diferencias en la norma tributaria del SII y las IFRS, lo que obliga a las empresas a tener sistemas que lleven ambas contabilidades de manera simultánea. De esta forma, se mantienen ambos planes de cuenta y se nutren de la información que se va generando, sin necesidad de ingresar los datos ni generar doble digitación.
Así, por ejemplo, si se realiza una venta con factura, la persona que está facturando, sin tener que realizar ningún procedimiento extra, automáticamente ingresa esos datos a la solución contable. Ésta debe captar todas las informaciones que se generan en dos fuentes para obtener reportes tanto en el sistema PCGA como en IFRS.
Ello permite a las compañías que llevan mucho tiempo trabajando con las normas de Información Financiera conocidas como PCGA no comenzar “de cero” con el nuevo sistema IFRS y mantener su historial financiero. Además, de esa forma es posible realizar un cambio más paulatino hacia la nueva norma, tanto en términos formales como en la cultura interna de la empresa.
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